DICEN QUE HACE UNOS CIEN AÑOS, una chica prometida en matrimonio fue engañada por un falso enamorado para ser luego burdamente despreciada.
DICEN TAMBIÉN QUE SUS LÁGRIMAS trajeron hasta ella a su pretendiente, que vengó la afrenta matando al traidor antes de despedirse de su amada.
Y DICEN QUE, DESDE ENTONCES, el Bebedor de Lágrimas vaga aún como alma en pena arrastrando su espada por entre los olmos con el propósito de vengar a toda chica engañada.
ESO DICEN… aunque a sus dieciocho años, Adela no cree en fantasmas, ni en leyendas de nobles húngaros, ni en maldiciones eternas. Recién llegada a la universidad de Carnwell, está felilz y desea coger las riendas de su vida. Pero la muerte se cierne como una pesadilla sobre el campus y trae consigo el eco de una maldición extraña.
NUESTROS LECTORES OPINAN…
Lo mejor de El bebedor de lágrimas es, sin lugar a dudas, la trabajada prosa de su autor. Crea un maravilloso mundo gótico con pinceladas románticas que me ha enamorado. Sus descripciones son brillantes en la forma pero oscuras en el contenido, a veces hasta siniestras.
El Bebedor de Lágrimas es una historia con un regusto a antiguo, como si estuvieras leyendo una novela de tintes góticos al estilo de aquellas de finales del XIX –aunque sin llegar al nivel de estas–, una leyenda, una ambientación tétrica, personajes cargados de incógnitas y una joven quizás no tan inocente que se ve envuelta en una historia de asesinatos y fantasmas. Una historia que se aleja por completo de los tópicos de lo juvenil y que da inicio a la primera saga de Ray Loriga.
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