Todos sabemos lo importante que es para un niño el poder dormir en una cama bien abrigado, y por las mañanas despertarse y tener una madre que le prepare el desayuno: un vaso de leche y un pan con manteca y dulce. Pequeños momentos que se repiten cada día y que muestran todo el amor y la protección que les puede dar una familia a los más pequeños.
Diego es un niño que nació en un hogar muy pobre en la ciudad de Luján. Su madre, Mariel, debía salir todos los días a pedir ayuda para alimentar a sus 6 hijos, quiénes vivían en una casilla de chapa.
Diego fue creciendo pero Mariel notaba que algo no andaba bien, el niño no caminaba ni jugaba como el resto, hasta que un día lo llevó a la salita de salud del barrio. Los médicos le dijeron que el niño tenía un alto grado de desnutrición, allí le hablaron de Aldeas Infantiles y sus programas de fortalecimiento familiar. Desde ese momento, Mariel decidió hacer algo para cambiar el destino de sus hijos.
Averiguó y un Centro Comunitario de Aldeas Infantiles SOS quedaba cerca de su casa, Mariel comenzó a asistir junto a sus hijos y allí encontró un lugar de contención y cuidado donde Diego y sus hermanos reciben todos los días el desayuno, el almuerzo y la merienda, además de participar detalleres de estimulación temprana y apoyo escolar, entre otras actividades.
La salud del niño comenzó a mejorar, “un día llegué al Centro Comunitario y las madres me dijeron que tenían una sorpresa para mí”, recuerda Mariel, “de pronto lo veo a Diego dando sus primeros pasitos y no lo podía creer, fue un milagro”.
“Gracias a este lugar, hoy estoy más tranquila, los nenes se alimentan mejor y volvieron a reír. Ahora tengo tiempo para trabajar y por las tardes estamos juntos”.
Hoy te invitamos a sumarte como Amigo SOS de Aldeas Infantiles y ayudar a muchas más familias como la de Mariel a fortalecerse para tener un futuro con más esperanzas.
Ingresá aquí y participá en forma concreta. Tu contribución es muy importante para nosotros! Gracias!
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